¿Mensaje de texto o Texto de mensaje?

Me siento emocionad@ después de leer tu mensaje. Me palpita más rápido el corazón pensando en la posibilidad de encontrar el amor de mi vida. Cuando dices que quieres a alguien pasiv@ se me hace agua la sangre. Me siento entregad@, que existe la posibilidad de que yo te agrade. El asunto es que no soy afeminad@, al menos en público no. Pero en la intimidad soy capaz de transformarme para alguien como tú. Pero me da mucho miedo que cuando me conozcas te desengañes de mí.
Pero cuando dices tener algo serio sueño conque esto sea verdad. Me encantaría ser la mujer de alguien como tu, como seas y no como pueda imaginarte. Si aceptas ser mi hombre y yo tu mujer, de que exista la posibilidad casi de voy de la emoción de solo pensar que una fantasía como la que estoy imaginando.

Desde mi fémina interna

Desde temprana edad comencé a interesarme por esta delicada actividad. Mis hermanas mayores jugaban a la muñeca con migo. Les encantaba vestirme y desvestirme con sus prendas que le quedaban pequeñas. Comentaban que hubiera sido linda de haber salido mujer. En lo personal te confieso que me fascinaba el juego.
Llegó un día que mis hermanas no volvieron a hablar del asunto, y yo me quedaba soñando con poder volver a vivir una experiencia semejante.
Mis primeras experiencias eróticas se establecieron con las prendas femeninas. Hay algo tan delicioso al sentirme envuelta entre las sedas. Mis manifestaciones rompían el encanto de la fantasía, otras veces me llevaban hasta un delicioso sentimiento.
Pero después de aquel inmenso placer venía un período terrible por el sentimiento de angustia que causaba en mí. La idea de ser raro me atormentaba.
Me quedaba sola coqueteando frente al espejo, así fui disfrutando mi closet. El corazón se me salía del pecho por el inmenso miedo que sentía ante la posibilidad de que me encontraran disfrutando alguna prenda íntima que se colocaba al alcance de mis manos en privado.Soñaba con tener mi propio lugar para realizar mi sueño con toda la tranquilidad. Al fin he logrado tener mi propio ajuar.